Brad Zara comenzó su carrera cuando estaba estudiando en un instituto de educación secundaria, con un trabajo a tiempo parcial barriendo talleres de carrocería. Pronto ascendió y se ocupó de tareas básicas en preparación y reparación de la carrocería, y después se hizo cargo de un trabajo que aparentemente nadie quería: hacer presupuestos. Con un gran don de gentes y conocimientos de primera mano sobre cómo se encajan todas las piezas de reparación, su progreso continuó de forma natural con la apertura de su propio taller de reparación de vehículos. Así nos encontramos en 2011 con que su negocio está próximo a alcanzar cinco millones de dólares en ventas.

Zara es un empresario muy inteligente que quiso ir más allá, así que hace un par de años empezó a buscar un programa de gestión para mejorar la eficiencia de su negocio. Se alegró de encontrar uno especialmente diseñado para la reparación de vehículos: PCE de Sikkens. Cuando empezó a utilizarlo se quedó asombrado al comprobar cómo realizando pequeños cambios lógicos, como por ejemplo dónde se guardaban los utensilios de limpieza y las baterías, podían mejorar tanto las cosas. Cambiar la forma en que funcionaba su taller no era fácil, pero con la ayuda del programa y de asesores que conocían perfectamente el sistema PCE, encontró formas de que el proceso no resultara una amenaza para sus empleados, algunos de los cuales llevaban más de 20 años con él.